Canelo era de una vecina, venía a jugar y acompañar a Bobi, otro callejero que se la pasa en la puerta de mi garage. Canelo fue adoptado en un taller mecánico cuando era un cachorrito sarnoso y abandonado, consiguió un hogar definitivo, pero le gustaba disfrutar de su libertad de vez en cuando. Era criollito, mestizo, de mediano tamaño y de alegría muy grande. En el poco tiempo que estuvo visitando mi puerta le tomamos mucho cariño. Hoy un irresponsable lo atropelló. Se fue a morir a la puerta de su casa. Lo peor es que sus amos no lo acariciaron mientras moría, se veía que lo sentían, pero me mata que no le hicieran cariño, y yo desde mi ventana no tuve valor para bajar a verlo. Cuando llegue con la veterinaria ya había muerto. Bobi está allá afuera porque no tengo como darle adopción yo misma. Le busco casa desde diciembre 2010 y espero que no tenga la misma suerte cruel de Canelito. Me siento tan mal por no haberle acariciado su cabecita antes de morir para que no se sintiera tan solo. Ojalá alla un cielo y lo pueda volver a ver para pedirle perdón por no ayudarlo a partir.

Hola, lo siento mucho, se la pena que estás pasando, no te preocupes, el está muy bien y desde allí, te pide que no sufras por el, pero intenta en la medida de tus posibilidades, que el otro perrito, sea acogido y tenga mucho cariño. Besos

pienso igual que nines