Esta claro, que como en casa no se esta en ningún sitio, pero en muchas ocasiones cuando nos dedicamos a ayudar a los peques, que esto se cumpla con todos es imposible y los particulares en algunas ocasiones también se encuentran en la misma situación.
Por ello, hemos planteado una pequeña residencia solo con doce box caninos, como algo muy familiar y agradable para ellos, a nadie le gusta estar guardado en un box aunque sea de 7 m2, fresquito en verano y con calefacción en invierno. Por ello, los peludos solo los utilizan en momentos puntuales del día, en los que necesitan estar apartados de los demás para evitar situaciones que pueden generar enfrentamientos, como la hora de la comida, la cena y dormir, durante el resto del día los pequeños disfrutan en sus parques con la compañía o no según su carácter de otros amigos y dos veces al día salen con nosotros con correa y sueltos, por las zonas de paseo y juegos, en unos paseos nunca inferiores a 20 minutos.
Nos llena de satisfacción, ver como los peques aprenden sus horarios y ellos solos se meten en el box sabiendo que es su hora de la comida o sueño, toda esta rutina ayuda a que su cabeza este tranquila y evitemos futuros posibles problemas de ansiedad, agresividad, etc.
No olvidemos, que cuando viven en sociedad, también les exigimos unas pautas de saber estar, convivencia y horarios.
Para nosotros la palabra residencia canina no significa jaulas ni encierro, todo lo contrario si se hacen las cosas con cariño y como es el caso, con muchísimo gusto, su estancia puede ser una muy buena experiencia para ellos.
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Que bonito es todo eso, desde luego que hay estarán estupendamente