Hola! De nuevo escribo por aquí porque estoy preocupada y enfadada. Como ya comenté, a Ulises le operamos del estómago el día 26 de mayo, porque se había tragado un anzuelo. Ésta fue la opción que nos dio la veterinaria. La operación parece que fue bien, a la semana le quitó los puntos a pesar de tener uno un poco infectado. Ahora Ulises está bastante malito, porque ha sucedido lo siguiente:
El martes, 15 días después de la operación, comenzó a salirle un bulto al lado de la cicatriz, le llevamos a la veterinaria (Clínica Aitana de Elche) y nos dijo que no tenía ninguna importancia, que no era nada. Mi arrimao dice que en todo momento lo único que hizo fue decir que no era su culpa, que ese bulto no se debía a la operación y que sería que Ulises se habría dado un golpe.
A la mañana siguiente, Uli tenía otro bulto encima de la cicatriz, se lo vimos a las 7 de la mañana y a las 10, cuando le llevé a la Clínica se había triplicado su tamaño y tenía un color morado y muy mal aspecto. La señora ésta, un tanto nerviosa primero me dijo que "eso" no lo tenía ayer, después me dijo que era de chuparse, luego que "eso" era el ombligo (se ve que los ombligos de los perros tienen ese mal aspecto y aparecen de forma espontánea). Le puso una pomada y arreglao.
Evidentemente me fui a otro vete, Ulises tiene reacciones a los puntos que le dieron. El bulto morado le ha explotado y tiene una herida de unos 3 cm, desde donde se le ven los puntos de dentro. No se le puede volver a coser debido a la infección, pero no termina de curársele, ya que lleva 3 días supurándole. El otro bulto crece y decrece e igual hay que pinchárselo.
La cuestión es que la primera "vete" es una inepta, no sé qué hacer, empiezo a sospechar que todo esto se debe a que no ha utilizado el hilo adecuado para los puntos interiores, pues su cuerpo los rechaza. Mañana iré, ni siquiera le pediré una explicación, pero que al menos sepa lo que ha hecho. Ulises tiene un año y lo está pasando fatal, por su mala práctica.