Ura fue un regalo de mi novio. Sabía que me gustaban mucho los perros y que me haría mucha ilusión. A él también se la hacia porque siempre había querido uno y nunca podía ser. Quería que fuese una sorpresa, aunque siempre se le dio mal guardar esa clase de secretos. A lo tonto me iba sacando información porque él de perros no sabía mucho. También se informó muy bien sobre el carácter, ya que uno de mis hermanos, el pequeño, tiene una discapacidad, y sabía que debía ser un perro lo más equilibrado posible y que no fuese dominante. Supongo que pensó que si adoptaba uno era echarlo un poco a suerte y decidió guiarse por la genética de las razas. La educación ya sería cosa nuestra.
Un día, con la excusa de ir a ver una prueba de agility en el club “del amigo de un amigo” fuimos a ver los cachorros. Él ya había hablado con el dueño y los dos disimulaban (bastante mal por cierto) delante de mí. Cuando vi los cachorros se me cayó la baba, pero de quien me enamoré fue de la madre. Nunca había tenido la oportunidad de mirarle a los ojos a un groenendael, ahora tengo la suerte de verlos cada día... Esa mañana, a parte de ver a gente que hacia tiempo no veía, me lo pasé muy bien y estuvimos muy a gusto con gente muy agradable. Tan a gusto estuvimos que ahora vamos allí casi todos los sábados. Han acabado siendo nuestros amigos.
Cuando pasó casi un mes mi novio me dijo que tenía una sorpresa para mí, pero teníamos que ir a recogerla, y yo encantada! Volvimos al club y estuvimos casi una hora con las tres hembras de la camada y al final nos decidimos por ella. El del club, nos llamaba cada semana para ver como estaba. Estamos muy contentos y felices con Ura.
P.D.:Mi hermano y ella se llevan genial. Si tengo que salir 10min a hacer un recado, quiere que Ura este con él. Cuando se duerme viendo la tele, ella se acuesta a sus pies. Y muchas veces él se deja un poco de yogurt y se lo da a ella pensando que no los veo. Él mismo se ha dado la responsabilidad de darle de comer. Y sé que valora mas la vida ajena, porque no hay domingo que cuando vuelvo a casa no me pregunte si la perra se ha puesto mala. Otro ejemplo de que los perros dan mucho más que compañía.
Ya ta!! Perdonad si ha sido un tostón