Bicho: Cocker spaniel macho de tres años y medio. Vivo con mi ama desde que tenía un mes y medio. Me gusta estar siempre a su lado y correr y ladrar a la gente que pasa por delante de nuestra casa. Me encanta pedirle caricias a la gente que viene a casa o que nos encontramos por la calle, pero me molestan los perros "plastas" que me olfatean y me distraen cuando salgo a pasear. Desde hace unos meses tengo además un segundo amo, Apostolis, que me quiere mucho y me gusta hacer todo lo que me dice. Hace cuatro días llegó a casa un perro enorme que siempre está pegado a Apostolis. Me da un poco de miedo así que procuro no acercarme mucho a él. Menos mal que casi siempre está atado y no puede seguirme cuando me escondo debajo del sofá. Apostolis siempre nos acaricia a los dos a la vez y nos da galletas y me anima a jugar con el perro grande. A mí no me importa acercarme cuando Apostolis está presente, lo huelo, me huele y ya está. Pero no me gusta que ese perro grande se acerque a mi ama. Cuando lo hace le gruño y él se aleja a buscar a Apostolis.
Arion: Dobermann macho de seis años. Mi amo es muy bueno conmigo y a mí me gusta tenerle contento. Pero desde hace casi dos años, lo veo muy poco. Yo sigo en casa, con la abuela, pero él casi nunca está. Hace una semana que la abuela no está, pero ahora mi amo está siempre conmigo. Me ha traído a la casa de su amiga. Me gusta buscar las caricias de su amiga. A veces me dice que me tumbe y yo lo hago porque sé que después hay galleta. En esta nueva casa también hay otro perro que se come la comida que dejo en mi plato e intenta robarme mi hueso, pero no se me acerca demasiado. Solo cuando mi amo nos llama a los dos viene el enano y me olfatea. Yo comparto a mi amo, pero él no quiere compartir a la suya. Me gruñe cuando me acerco, así que paso y me vuelvo junto a mi amo.
Apostolis: Dueño de Arion. Hace cuatro días traje a Arion a casa de mi novia, donde hay un enorme jardín con espacio suficiente para él y para Bicho. Tengo todo el mes de vacaciones, así que con paciencia y dedicación, creo que conseguiré que Arion y Bicho se lleven bien.
Susana: Dueña de Bicho. ¿Qué puedo hacer para que Bicho acepte y se acostumbre a la presencia de Arion? De momento, en cuatro días, solamente en tres ocasiones Bicho ha gruñido a Arion, sin llegar a mayor violencia. Pero ¿es inevitable la jerarquía entre ambos? Temo que Arion comprenda que esta es su casa también y se le acabe la paciencia que muestra con Bicho. Agradezco todos los consejos que me podáis dar.
Saludos.
