Solo tenía 18 meses y unas ganas tremendas de vivir, de estar libre, y sobre todo de que le hicieran mimos y le rascasen su barriguita.
Era la cocker más bonita del mundo, pero estaba aconstumbrada a vivir en un pueblo, no en la ciudad, entraba y salía de su casa como quería, hasta que un día unos extraños se la llevaron de su casa a otra casa diferente en una ciudad muy grande.
La otra tarde se asomó a la ventana ¿? de la casa, era un octavo piso, podeís imaginaros lo que pasó.
Estamos desolados, la habiamos adoptado con nuestra mejor intención y lo único que hemos conseguido es acortar su vida.
Quería agradecer desde aquí a Ana Isabel, Komodina y tantos otros que os habeís molestado en contestar todas mis dudas.Muchas gracias por todo.
Un beso a todos .