Lo siento, Luita. Por lo menos, en su caso no sufrió.
Tara, mira bien lo del dolor y cómo la veas anímicamente para saber si quiere irse. Pero, dobretodo, te aconsejo que tampoco estés pensándolo todo el rato, porque, ya te digo, ese dolor que anticipes no te va a mitigar el que sientas cuando llegue el momento. Aunque sé que es difícil no tenerlo presente.
Bueno, ánimo.