Si la justicia es lenta, ya no es justicia.
Ese es el problema en España.
Por eso las fuerzas de seguridad también están desmotivadas. Tanto como los consumidores.
De qué les vale hacer su trabajo con un gran celo y profesionalidad, renunciando a permisos y vacaciones, si luego los delincuentes salen a la calle a los tres días mientras esperan que les llegue el juicio, años después. Y mientras tanto cometen otros cuántos delitos.
Otro problema es que luego sale un Ministro en televisión, dice que no existe un problema de lentitud, sino de listas de espera y que es un problema endémico de España. Y se queda tan tranquilo porque ni los medios de comunicación, ni los ciudadanos le montan un espectáculo.
En España sólo se hacen manifestaciones cuando nos tocan los salarios o ETA mata a alguien.
Los funcionarios de justicia hacen una huelga que dura meses, que empeora hasta la exasperación la situación de los juzgados, pero nadie convoca una cacerolada frente al Ministerio de Justicia para protestar.
Lo siento, se ve que hoy no es mi día. Veo todo muy negro. Mejor me callo.