Lo siento muchísimo cielo. Pero estate tranquila, no todo el mundo tiene el valor de estar junto a ellos hasta el último momento. Ella estaba sorda, pero sentía que estabas allí, tu mano acariciándola y ella, que se fue sin ningún dolor por el tranquilizante, se quedó como dormidita, como lo hacía siempre...y ahora se ha despertado en el arco iris hecha una jovencita, jugando con el resto de nuestros niños que están allá arriba y que la arropan y todos nos ven desde allí arriba. Así que aunque la pena y el dolor sea insoportable, que lo es, recuerda que ella está bien y que te espera y que allí arriba cuando a tí también te llegue el momento tendrás un alma preciosa que estará cuidando de tí mientras tanto y que irá corriendo hacia tí cuando vuelvas a reunirte con ella. El tiempo no habrá pasado, solo que ella, cuando vuelvas a reencontrarla, volverá a ser una cachorra feliz.
Muchos besos cielo, no hay palabras de consuelo en estos momentos. Lo sé, pero aquí tienes nuestro apoyo para que te desahogues cuanto quieras, te vendrá bien